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Mostrando las entradas de julio, 2007

Dejar ir...

La verdad que cuanto nos cuesta dejar ir, cuanto nos cuesta acostumbrarnos a que no todo está bajo nuestro control o dominio! Pienso que parte del miedo que muchas veces experimentan las personas al volar en un avión reside en el hecho de que allá arriba a 33,000 pies de altura nada está bajo tu control y tienes que dejar ir!. Del mismo modo nos cuesta dejar ir las cosas o situaciones que, aquí en tierra, también escapan de nuestro control. Dejar ir es realmente de personas que tienen no solo una fé descomunal sino también un entendimiento de su posición dentro del plan divino al que pertenecemos. Las personas nos hemos empecinado en lanzarnos al "dominio del mundo" como me gusta llamarlo. En nuestros hogares nos preocupamos por todo...no aprendemos a delegar. Queremos manejar todo, hasta el país!. Imagínese usted la frustración que debe sentir un individuo que se dedica a decir "si yo fuera el presidente, o si yo fuera el dueño de ese vehículo...", si per

Quién es la persona más importante?

Recuerdo que cuando era todavía una niña mi madre se enfermó de anemia, fue una anemia tan fuerte que el doctor le dijo a mi padre que ella no estaba "apta para la vida". En aquel entonces mi vida giraba en torno a mis tareas, mis muñequitos y mis juguetes preferidos. Sin embargo, todavía recuerdo que le hicieron unas transfuciones de sangre y le pusieron unas injecciones de hierro. Cuando creces comienzas a ver situaciones de tu pasado con otros ojos y me parece asombroso que de todo no recuerdo que mi madre haya dejado de cocinar o de lavarnos los uniformes (cosa que hacía a mano porque en esa época no había lavadoras y si las había no teníamos...y no es que sea tan vieja ok). Recuerdo que dentro de su gravedad nunca nos "faltó" ni a mi hermana ni a mí, claro con mis ojos de niña talvez no valoré en aquel entonces el verdadero significado de todo. Y es que mi madre es admirable en eso...cuidando a los otros. Es cómico cuando, siendo yo ya una adulta, la

Ser o No Ser...he ahí el dilema...

Como dice la famosa frase, el dilema radica en ser o no ser...ser alta o ser baja, ser gorda o ser flaca, ser amigable o distante, ser catolica o evangelica, ser...o no ser. El ser humano pierde un precioso y valioso tiempo en tratar de definir quien es...sin embargo el problema real no es el intento de tratar de definirlo es más bien el deseo desmedido de satisfacer a todos y a todas en nuestro "ser". Tratamos infructuosamente de aglutinar dentro de nuestro ser aquellas cualidades que otros quisieran ver en nosotros y nos olvidamos de que lo que queremos ser debería convertirse en una decisión exclusiva de nosotros mismos. Cuando alguien me "aconseja" que debería ser "esto o aquello" llevo a cabo un ejercicio mental que me gustaría compartir con ustedes: 1. Identifico la fuente y evaluo su credibilidad. 2. Realizo una instropección (vaya palabra dominguera!) donde me evaluo con ojo crítico...si OJO CRITICO...me escuchó bien? no es que vaya a di