Anoche mientras dormías yo observaba en silencio tu pequeño pecho subir y bajar ritmicamente. Eran las 3 am y estábamos ambas exhaustas, tu de pelear con el sueño y yo de tratar de calmarte. Sin embargo, aunque todo mi cuerpo gritaba que aprovechara al máximo cada minuto de sueño disponible no pude resistirme a quedarme allí mirando cada parte de tu cuerpo en detalle. Tus bracitos regordetes, tus piernitas redonditas y tu carita de ángel. Talvez sabías que te miraba porque de cuando en vez esbozabas una sonrisa que me derretía el corazón. Fue tan larga la espera para tenerte...tan ansiado este momento que hay veces como esta noche cuando me cuesta creer que eres una realidad y que estas aquí con nosotros. Todavía no puedo evitar llorar cada vez que doy gracias a Dios por tí, no puedo evitar dejarme llevar de ese sentimiento tan sobrecogedor que se apodera de mí. Extraño aquella relación que teníamos...tan cerca una de la otra que estabamos fundidas en un abrazo que duró nueve mes...
Una recopilacion de Reflexiones y Escritos que tratan de definir quien soy, de donde vengo y a donde voy...