Muchas veces nos perdemos a nosotros mismos en el afan de la rutina, en el esperado sabor de los besos gastados por el tiempo, en el ir y venir del reloj que marca de manera implacable nuestras responsabilidades; y desaparece nuestra esencia borrada por las expectativas de una sociedad cada vez más complicada, menos humana. Sin embargo, un dia despiertas y el aire tiene un sabor diferente, el ritmo de tu reloj cambia...sin pedirlo...solo porque el destino quiso que así pasara. Como si todo se conjugara para despertarte...para sacudirte... A partir de ese momento...comienzan tus ojos a ver y tus oidos a escuchar. Tu mente y tus sentidos se ponen alerta, como cuando registras el olor a tierra que te grita que se avecina una tormenta. Me pregunto aveces, cuántos otros llegan a tener ese despertar? pocos, pienso, a juzgar por el rumbo que llevan el mundo y las relaciones. Así desperté un día de junio...con la anticipación de la lluvia que se aproximaba, con los sentidos alerta...e...
Una recopilacion de Reflexiones y Escritos que tratan de definir quien soy, de donde vengo y a donde voy...