La historia se remonta al año 2001, cuando fui diagnosticada con un desorden metabólico conocido como Síndrome de Ovario Poliquístico, causante de infertilidad secundaria. Recibir el diagnóstico fué un duro golpe para mí, primero porque para mí fue siempre incuestionable el deseo de tener hijos y segundo por el profundo dolor que te embarga al saber que eres de algún modo diferente a los demás. Cualquier mujer que tenga que enfrentar o haya enfrentado la infertilidad sabe que no solo merma tu capacidad de soñar, sino que te vuelve vulnerable pues ataca la parte más profunda de tu femineidad...la capacidad de concebir. A partir de ese momento, todo se torna un futuro incierto, un mar de análisis, visitas al médico y pastillas que arrancan el poco pudor que pudiese quedarte y para completar...te toca enfrentarte a una sociedad que no comprende el terrible impacto que tiene en cualquier mujer enfrentar esta situación. Los baby showers, los embarazos, los anuncios de bebé, el sobri...
Una recopilacion de Reflexiones y Escritos que tratan de definir quien soy, de donde vengo y a donde voy...