La vida es dulce...vivir es dulce. Si tuviese que comparar la experiencia de vivir a una comida, lo asociara a un buen trozo de tibio Pecan Pie con una bola de helado de vainilla arriba.
Sin embargo, aparentara que para la mayoría de las personas vivir es un sínonimo de sufrimiento. A diario veo las caras largas y tristez o las actitudes ácidas con relación a una experiencia que debería ser enriquecedora en todos sus aspectos.
No debemos negar, sin embargo, que vivir es una odisea y que muchas veces nos vemos enfrentados con situaciones que no son tan "dulce" como deberían ser. Repasemos un día normal en la vida de una persona X. Debemos levantarnos para ir a trabajar, casi siempre, por una razón que aún es hoy un misterio, siempre tenemos un sueño que no se nos quita de encima. Todas las mañanas lo mismo, batallar con el tránsito, llegar a la oficina para cumplir ese "horario" y luego salir para llegar a la casa a lo mismo. Pareciera que los fines de semana se nos agotan en dos o tres "cositas" y que el tiempo, el famoso tiempo, no nos alcanza para nada.
Entonces, como es que a esta tarada se le ocurre siquiera sugerir que vivir es dulce. Pues les cuento, conocí a una persona que siempre vivió su vida de manera poco ortodoxa, ya no está con nosotros, pero sus enseñanzas han trascendido más de lo que muchos puedan imaginarse.
No recuerdo que se quejara de nada o que viviese un día que fuera "normal". Batallaba con el tránsito como todos nosotros y tenía un trabajo de 8-5 sin embargo, pareciera que el tenía la capacidad de imprimirle "humor" a su propia vida, al grado que parecía disfrutar al máximo de todo lo que hacía (si, hasta ir a trabajar).
Creo que el éxito de su dulce perspectiva de la vida, radicaba en que más que un actor más de esta novela llamada vida, el se convirtió en el director de su propio guión. Es de verdad una lástima que ya no esté físicamente con nosotros porque pienso que hubiese sido un excelente orador de esos que llevan las empresas como motivadores del cambio.
Creo que aprendí que lo único verdaderamente diferente entre su vida y la mía, era la manera como el afrontaba sus días, haciéndolos interesantes y enfocando más allá de lo que es obvio...imprimiéndole valores, amor y entusiasmo a todo lo que hacía.
Talvez algún día...mi vida pueda parecerse a ese pedazo de Pecan Pie que fue la suya.
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