Dice un refrán que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde (o casi lo pierde). Todo comenzó con un dolor en la muñeca que de a poco se fue convirtiendo en una situación muy molesta. Inicialmente pensaba que se debía a la posición en la que dormía o a las prácticas y juegos de volleyball. Lo cierto es que cuando me dí cuenta que el "dolorsito" ya era un "doloraso" y que no cedía a ningún tratamiento entoces comenzé a buscar la opinión de un profesional médico que luego de una serie de preguntas y un análisis me diagnosticó con Síndrome Metacarpiano.
Antes de continuar quiero aclarar que no es contagioso, no me estoy muriendo y la reflexión no va orientada a nada que tenga que ver con médicos y medicinas. Con eso aclarado ya voy a proseguir con la historia.
En un inicio cuando el Dr. me dió el diagnóstico me quedé en un shock momentáneo, primero porque no tenía ni idea de lo que me estaba hablando y segundo porque sonaba a que tenía algo serio. Probablemente la cara de susto y la aguada de ojos hicieron que el Dr. procediera a explicarme rápidamente de lo que se trataba. Me dijo que básicamente tenía el síndrome del siglo XXI donde se ven afectadas las articulaciones de la mano y/o muñeca por uso "excesivo" del computador combinado con la posición errónea de las manos.
Tengo que admitir que respiré aliviada cuando me lo dijo porque no sonaba ya tan grave...sin embargo su simple receta "una muñequera, teclado y mousepad ergonómico y descanzo" trajeron un problema en mi vida. Las dos primeras partes de la indicación eran la parte sencilla, pero no fue sino hasta la parte del "reposo o descanzo" que se me comenzaron a complicar las cosas.
De repente me di cuenta de que yo necesitaba mi computador, necesitaba poder mantenerme comunicada con mis amigos, buscar recetas, escribir en mi blog, ver fotos de mi sobrina, contestar correos, chatear con mis amigos y familia que viven fuera, lo necesitaba para trabajar, para pagar mis cuentas, para buscar el pronóstico del clima...usted menciónelo y para lo que sea necesitaba mi computador (hasta para cocinar porque soy nadie en la cocina sin las recetas de mi amigo Mattias). Fue en ese pequeño momento de pánico que me dí cuenta de que estaba en serios problemas.
Bien me dije a mi misma, vamos a hacer un listado (soy la tipa de los listados) de todos los sites que visito, las cosas que hago con la computadora y ver que se puede eliminar y que no. La tarea comenzó con mucho ánimo, sin embargo, la verdad es que lo que hacía con el computador eran cosas serias, tenía amigos que aunque no los conocía físicamente habían estado allí para mí en las buenas y las malas...cómo no chatear aunque fuera un ratico con ellos?. De la lista solo pude eliminar dos o tres actividades como la de llenar carritos en JCPenney que nunca iba a comprar (jijiji) o la de contestar las estupideces en los foros de los diferentes períodicos nacionales. El resto era necesario y parte de mi vida y no estaba dispuesta a dejarlo ir.
Digamos que, como buena dominicana, encontré la manera..."me la busqué como una tora" para encontrar el balance perfecto que permitiera eliminar casi completamente la sintomatología y mantenerme lo más activa posible en mi pequeño mundo mágico del computador. Sin embargo, toda la situación me hizo reflexionar sobre la poca importancia que muchas veces le damos a cosas que aparentemente son "triviales" pero que de faltar en nuestras vidas nos pudiesen dejar con un vacío inmenso.
Cuántos de nosotros no damos por sentado ese plato de comida que muchas veces hechamos a un lado porque tenemos un "antojito"?, cuántos de nosotros no decimos adios, no damos un beso, no damos una caricia porque "se lo daré mañana"? cuántos de nosotros damos por sentado el trabajo, la casa, el carro?, cuántos de nosotros no damos por sentado que la vida nos "debe" mucho más de lo que ya tenemos?
Creo que todos en algún punto hemos sido culpables de posponer, de un adios que nunca pudo decirse, de un te quiero que no encontró a su dueño, de un mañana que nunca fue...de un momento que no pudo vivirse y que hoy se anhela...se anhela más que cuando tuvimos la oportunidad de vivirlo.
Es por eso que hoy les exhorto a no dejar de lado las cosas pequeñas, las que cada día das por sentado, las que aparentan no tener importancia porque son lo que la sociedad llama "triviales". Haz un alto en tu vida y detente a mirar las cosas simples, las que parecieran que deben estar ahí siempre pero que en un abrir y cerrar de ojos pudiesen no estar.
Detente a decir adios, a estrechar al amigo, a disfrutar ese "mangusito", a reirte como loca con las ocurrencias de un ciber-amigo en un chat de messenger y a decir "te quiero"...talvez mañana pudieses no poder hacerlo y entonces aquello que una vez fue trivial se convertirá en algo que añorarás por toda una vida.
Comentarios
Espero que sigas bien y puedas seguir activa en esto sin lastimarte porque espero la continuacion de la historia no creas que me he olvidado.
Que estes bien, un Abrazo Amigita.