Ir al contenido principal

Cuando comprendí que yo no era Dios...


Teoricamente todos sabemos que no somos Dios...verdad?. Este enunciado parecería algo que hasta un niño de 3 años que conozca el concepto de Dios pudiese contestarte con un rotundo NO.

Sin embargo, algo ocurre entre esa tierna edad de 3 años donde reconocemos nuestra pequeñez y con humildad somos conscientes de nuestras limitaciones y los 14-15 años donde alguien o algo nos dice que somos Dioses invencibles y nosotros llegamos a creerlo.

No es hasta entrada la adultez donde siempre...o casi siempre un evento que no podemos solucionar, algo que no podemos cambiar o algo que no sale "como nosotros queríamos" nos empuja en una espiral que puede tomar tres caminos. El primer camino es el de la ira, ira hacia Dios, hacia el mundo, hacia la gente, hacia nuestros padres, no importa hacia quien el caso es que la ira se apodera de nosotros y nos vuelve amargados. El segundo camino es el de la depresión/tristeza, sentimos que el mundo se ha vuelto en contra de nosotros, que no valemos nada, que luchamos contra algo que se empeña en aplastarnos y nos deprimimos con nuestra vida.

Esta luego el tercer camino, este es el camino que nos lleva de vuelta a los 3 años, en el que comenzamos a reconocer nuestra pequeñez y con humildad volvemos a hacernos conscientes de nuestras limitaciones. Es en este camino donde encontramos a Dios y nos damos cuenta que sin importar lo que hubiesemos creído no éramos Dios.

Cuando por fin nos percatamos de este sencillo pero poderoso detalle ocurre un cambio maravillo en nosotros, comenzamos a ver la vida de una manera diferente y lo más importante es que aprendemos a dejar ir.

Muchas cosas han cambiado desde que comprendí que yo no era Dios.

1. Una carga enorme se comenzó a levantar de mis hombros. No se como explicarlo pero comenzé a comprender que estaba bien si yo no podía solucionar algunas cosas, que podía fallar, que era un ser humano y que muchas cosas se encontraban fuera de mi control.

2. Aprendí a pedir porque cuando yo me creía Dios no le pedía a El ayuda o simplemente fortaleza. Ahora lo hago, digo una oración que me salió un día que dice "Señor dame las herramientas para solucionar esta situación o la fortaleza para afrontar tu decisión".

3. Aprendí a dejar ir...esta fue la enseñanza más difícil de todas y la que aún hoy en día estoy perfeccionando. Aprender a dejar ir es complicado, para alguien como yo que debía tenerlo todo "bajo control" y se pone más complicada la cosa cuando dejar ir significa afrontar un futuro incierto o peor aún un futuro cuyo final no es el que nosotros hubiesemos deseado.

Por último...y creo que una de las lecciones más valiosas fue comprender que el mundo no gira en torno a mí. Que vine con una misión a este mundo material y que podría mañana ser llamada ante el Padre y que este mundo seguirá girando, la gente seguirá viviendo, las cosas que hago se continuarán haciendo y que como dicen en la película Jurassic Park "La vida encuentra su rumbo".

Creo que aprender que no soy "ombligo del mundo" me hizo percatarme de que al creerme Dios, me creía al mismo tiempo inmortal. Cuando pude ver mi parte mortal, comprender a esta vida como una casa de paso y saber que algún día iniciaré un viaje maravilloso a mi morada eterna junto al Padre, fue allí cuando me dí cuenta que me había pasado una gran cantidad de años tratando ser quien no soy...

Lo invito a sentarse y preguntarse a usted mismo "Donde termino yo como ser humano y donde comienza Dios?"

Comentarios

Cheluca dijo…
La humildad es algo que tenemos que aprender a llevar siempre en nuestro corazón. Muy bien explicado lo que escribes!
Carolin Guzmán dijo…
Es verdad, una gran reflexión para sentarnos y hacer un análisis de nuestra vida y el rumbo que le estamos dando. Lo importante es aprender a valorar lo que tenemos y saber aceptar de buena fe las cosas que van sucediendo en el día a día y manejarlas sin perder el control de nuestra brújula que es Dios.

Un abrazo Karolyn,
¿Cómo va todo? ¿Y el bebé?

Entradas más populares de este blog

Una Vida Agradable a Dios

Hola Familia La reflexion de la semana de hoy tiene su base en la Primera Epístola de San Juan, de ella extraje unos puntos sobre la vida agradable a Dios y me gustaría hacer mis comentarios sobre ellos (si Miguel...es laaarga...se que no la vas a leer hasta el final...y que probablemente me pidas en casa el resumén...confío que algunos valientes llegarán hasta el fin). cap. 2 15 No améis al mundo ni lo que hay en el mundo.Si alguien ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16 Puesto que todo lo que hay en el mundo - la concupiscencia de la carne, la concupiscencia de los ojos y la jactancia de las riquezas - no viene del Padre, sino del mundo. Lo primero a lo que me impulsó leer estos versículos fue buscar el significado de "concupiscencia", porque la verdad debe ser dicha...no tenía ni la más remota idea de su significado. Según Wikipedia Concupiscencia (del latín concupiscentĭa) es la resistencia interna hacia la sumisión de un nuevo mejor estilo de vida producido a

Un testimonio más de Fé...

Dios hace una promesa, La Fé cree en ella, La Esperanza la anticipa y la Paciencia espera por ella tranquilamente.. Me encanta escribir testimonios y más si son sobre cosas que me pasan a mi, mensajes que recibo, tan personales, tan directos. Papa Dios sabe que he estado tratando de terminar de escribir este testimonio y no lo pienso dejar....no ahora que ya me lo propuse. La historia comienza el 4 de Junio, fecha en la que comenzé un nuevo ciclo de fertilidad. Debo confesar que estaba un poco desmoralizada, porque hay veces que por mucha fé que tengas como que te cansas de esperar. Pero bueno, ese día en la noche parece que Dios percibió aquellas preguntas que por respeto no me atrevía a formularle (vaya tipo que sabe ese!). Pues, así vino mi Papa Dios y me envía un mensaje...lo pienso y se me erizan los pelos por varias razones, primero utilizó una via de comunicación que tiene una gran credibilidad conmigo (vaya Gricel que piropo), segundo me encanta cuando se comunica con

Nadie dijo que ser Padre sería fácil!

Ser padres no es tarea facil, si bien es cierto que el camino a recorrer está cargado de infinitas recompensas, es también un camino arduo y lleno de muchos retos. Criar con valores hoy en día no es nada fácil. Cada día es una lucha constante contra la sociedad que cada momento se vuelve más materialista. Lograr un balance entre el trabajo y el tiempo de calidad en familia se ha convertido en un acto de malabarismo difícil y ver fracasar a tantos padres no es precisamente muy motivador que digamos. Si me preguntaran como me visualizo como madre diría que veo una mujer con rostro un poco agotado pero con un espíritu inquebrantable, utilizando uniforme militar y con Dios colgado como arma. Logra inclusive, tan ridícula visión, arrancarme muchas carcajadas cuando la comparo con la típica mujer de los años cincuenta que llevaba en los comerciales un vestido de lunares con cretona a media pierna y que con su nítido peinado y su collar de perlas le abría a puerta a su galan a quien esper