Digamos que Dios nos pone en el camino muchas veces personas excepcionales, personas que vienen a enseñarte algo y aunque probablemente Mattias me odie por lo que estoy a punto de hacer (escribir uno de mis laaaargos post sobre el) pero bueno el tipo ese que se la aguante como macho y me acabe en su comentario que yo se que eso por ahí viene.
Sucede que conocí a Mattias ...bueno ni siquiera me acuerdo de como lo conocí...a ver a ver...ahhhh si. Una persona (bueno fue Gus...pero de ese ya escribiré otro dia) posteó algo en mi blog, cuando vi su perfil y entré a su blog encontré un link al blog de Mattias como soy aficionada de la cocina me dió por postear algo o enviarle un correo. Bueno el tipo les digo de corazón que trato de librarse de mi y yo para, en buen dominicano, joderlo comenzé a corregirle las recetas (inserten mi clásico muñequito de messenger riéndose aquí). Pobre Matti...no le quedó de otra que hacerse amigo mio.
Por qué es Mattias una persona excepcional? realmente (antes de continuar tengo que decir esto) nunca he conocido a Mattias personalmente. Nuestra amistad es puramente cibernética y aunque no hayamos compartido a nivel personal he podido a través del tiempo reconocer y admirar muchos aspectos de su personalidad. Primero que todo Mattias es una persona que brilla por su sencillez, su gran calidad humana y sus ocurrencias siempre jocosas.
Es muy probable que desconozca el impacto que tiene en la vida de las personas, de como sus ocurrencias le pueden arreglar el día a cualquiera y cuanto disfrutamos sus recetas que siempre estan cargadas de mucha dedicación (este Chef no postea recetas por salir del paso).
Una de las anécdotas que recuerdo con más cariño y, talvez, una de las que estan cargadas de un mayor aprendizaje, fue la vez que mi amigo Mattias y su socio iniciaron de manera inesperada el proceso de reclutamiento de un chofer que necesitaban para el negocio. Asi fue como conocieron a Agustín Méndez y yo aprendí una lección de como vivir la vida con sencillez y estilo.
Pues bien...Agustín Méndez era un chofer de transporte público urbano (alias concho) que, me imagino jarto y aburrio, salió a trabajar un dia cualquiera. Lo que Agustín desconocía era que aquel caluroso día su vida estaba a punto de cambiar. A mi amigo Mattias se le había dañado el carro y su socio lo pasó a recoger...con tan mala fortuna que al momento de salir de la oficina se dieron cuenta que el alternador del carro se había dañado...Mattias y su socio estaban (en buen dominicano) "quedaó" y decidieron montarse en un carro público, experiencia que Mattias no disfrutaba desde hacía 14 años...eligieron, usando las propias palabras de mi amigo, "el mas descojonao que pudieron encontrar". El destino y dos carros dañados se pusieron de acuerdo para juntar a Agustín Méndez con aquel (y esta fue la expresión que utilize en mi chat con Mattias aquel día) "buen par de charlatanes".
Pues bien, al pobresito de Agustín se le montaron este par de dos y luego de la negociación, decidieron arrancar para un supermercado, comprar 4 copas, un descorchador, 10 cajetillas de Marlboro y una caja de vino Chianti. Hicieron una ruta para meterse por los barrios denominados "calientes", mientras disfrutaban (Mattias, su socio y nuestro recién adquirido amigo Agustín) de senda copa de vino. La historia no se queda ahí, pues a medida que avanzaban seguían conchando...montaron a dos domésticas a quienes les gustó tanto el can que no se querían apear (pero las bajaron), un par de universitarias y ahi querían ellos seguir el can y un par de obreros que mas caneros no podían ser. Si señor...fue un día inolvidable para Mattias, su socio, Agustín y claro la truya de pasajeros que se montaron en el Matti Metro aquel caluroso día.
Durante aquella aventura aprendieron que Agustín era un estudiante de contabilidad, fueron a su casa, conocieron a su familia, lo llevaron de paseo a Cori (un restaurante Canadiense en al Gustavo Mejía Ricart que ni yo conozco) a Hard Rock Cafe y a Segafredo. Yo evidentemente no salía de mi asombro y las carcajadas de aquel chat todavía las recuerdo.
Cuando cuestioné a Mattias sobre su método de reclutamiento de un chofer recuerdo como me contestó "bueno sabemos donde vive, conocemos a su familia y sabemos que puede manejar muy bien en estado de embriaguez y soportar a un par de necios como nosotros". Digamos que a partir de aquella conversación la palabra sencillez adquirió para mi un significado totalmente diferente.
Tengo que admitir que cuando hablo de personas que saben vivir la vida siempre tengo que mencionar a Mattias, secretamente oré mucho por el porque las personas buenas y de gran corazón no aparecen mucho últimamente. I
Es por eso que hoy, que mi amigo Mattias está de cumpleaños, quise dedicarme a terminar este post, uno que guardaba como pendiente desde hace ya muchiiiiiisimos meses (imagínense que estaba yo recién embarazada de Francesca y ya la beba cumple 5 meses). Amigo...que tenga usted un muy feliz día, que Dios le siga colmando de dicha y mucha salud, que su espíritu siga siempre así de sencillo, que ese niño que llevas dentro siga siempre latente. Eres un gran ser humano...y me alegro mucho que de el destino te haya puesto en mi camino para enseñarme tantas lecciones de humanismo y humildad.
Un abrazo fuerte...Karolyn & Francesca!
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