Anoche tomé tu foto en mis manos y me quedé mirándola fijamente....han pasado casi dos años desde tu partida y por primera vez en ese tiempo me permití hecharte de menos. Pienso que en nuestro afán por apartar el dolor de la partida nos limitamos al mismo tiempo de sentir. Y sentir para mi es parte de vivir...
Recordé la última vez que me quedé mirándote fijamente antes de que estuvieras en lo que fue tu lecho de muerte. Estabas ya muy enfermo y de haber sabido que te quedaba tan poco tiempo entre nosotros te hubiese abrazado fuerte. Se lo que vas a decirme...que te abrazé y te besé hasta el cansancio durante tu última estadía en el hospital. Que te besé y te abrazé en aquella fria morgue cuando tu alma había dejado ya ese cascarón que llamamos cuerpo. Si...fueron muchos besos y abrazos durante tantos años y siento...siento que aquella vez aunque te besé no te dí un abrazo. Era Lunes y había dejado la sopa que tu con tanto esmero mandaste a preparar para mi...sabías exactamente como me gustaba, que víveres prefería, que no me gustan los fideos y sacabas con esmero el mejor pedazo de carne y la mejor mazorca de maiz para mi. Pero yo soy tan olvidadiza que dejé la sopa en tu casa y tu tomaste un taxi el lunes siguiente para llevarme aquella sopa a mi trabajo. Estaba embarazada de tu nieta, Francesca, a quien nunca llegaste a conocer.
Recuerdo aquella imagen cuando me entregaste la sopa y luego de hablar un rato me dijiste que no entrabas porque estabas "feo", tu nunca estabas feo, siempre combinabas la ropa, no importaba si no era de marca, estabas siempre más combinado que una caja fuerte pero ese eras tu...tan formal. Me dí la vuelta para marcharme pero algo hizo que me volteara de nuevo a mirarte, te vi de espaldas, caminando lento pues tus piernas estaban hinchadas y no te sentias muy bien. Eran las 11 de la mañana y recuerdo que por primera vez te vi cansado. No te imaginas cuanto amor incondicional experimenté aquel día...le dije a Francesca que pateaba en mi vientre "vas a tener un abuelo maravilloso".
Que pena que ella no llegara a disfrutarte en este mundo material...me hubise gustado ver tu cara cuando en la clínica la vieras por primera vez, o tus comentarios cuando entusiasmada te contara las últimas novedades en su desarrollo. Me he perdido todo eso...y ella se ha perdido de conocerte en este plano.
No se cuantas personas pueden decir esto pero yo puedo decir que tuve los padres más maravillosos del mundo. Crecí en un nucleo familiar lleno de amor, de apoyo incondicional...donde cualquier carencia material que hubiesemos podido tener nunca nos hizo falta porque el amor se encargó de llenar todo aquello y hoy que soy Madre puedo decir que entiendo y valoro aún mas el sacrificio y la entrega que tanto tu como Mami tuvieron con nosotras.
Jamás he vuelto a experimentar amor como el tuyo, la nuestra era una relación especial. Teníamos una especie de club, tu, mami y yo...sentía que ustedes eran mis complices...mis amigos. Cuando el mundo parecía estar girando mal los llamaba para recibir ese "Claro que si mi hija...tu tienes razón" (aunque secretamente yo supiera que me lo decían para aplacarme el genio y no porque la tuviese). Siempre me hacian cerrar el teléfono más tranquila. Ahora solo somos mami y yo...es como si el presidente de nuestro club ya no estuviera y aunque ninguna de las dos lo decimos...Cuanta falta nos haces Papi!!!!.
Esta mañana vi el yahoo messenger en mi Blackberry y decia "Papi offline" y de repente comenzé a pensar que falta me haces, cuanto me gustaría que tuvieses messenger en el cielo, que pudiesemos hablar y tu contarme que hacen los ángeles como tu todo el día. Me hice una sopa el otro dia...no tenia fideos pero tampoco tenia mazorcas de maiz (se me olvidó comprarlas a ti nunca se te olvidaba) y mientras me la comía en la oficina recordé aquella última sopa que me llevaste, la montaña de besos y abrazos que se quedaron sin entregar, la nieta que nunca llegaste a conocer (por lo menos aqui en el plano material), las cosas que nunca te pude dar.
Si bien es cierto que viviste una vida plena, que a tus 76 años aprendiste a manejar el internet y el computador, te adaptaste a tu vida de "jubilado" y disfrutaste de tranquilidad me hubiese gustado que te quedaras conmigo más tiempo...y con esto no pretendo cuestionar el plan divino, eso jamás. Es solo que uno nunca tiene suficiente de sus padres...y aunque la ley de vida dice que debemos como hijos enfrentar su partida uno nunca esta listo para ella.
Hoy me permití hecharte de menos...llorar tu partida...se que debes estar bravo conmigo por ello, se que probablemente si estuvieses vivo ya me hubieras llamado la atención y me hubieras pedido que dejara la melancolía. Pero debes perdonarme y comprender que fuiste un padre ejemplar y el amor que me diste fue tan grande que aunque sobrepasa los límites de la eternidad no puede evitar que heche de menos tus brazos, tus llamadas para ponerme al dia (he tenido que aprender a leer periódicos), nuestras charlas sobre el gobierno, el mundo....
Te quiero mucho y te extraño, eso no lo puedo evitar...se que un dia nos volveremos a ver para nunca separarnos jamás. Hasta ese día habrá momentos donde, como hoy, te extrañe a montones, derrame unas cuantas lágrimas recordando el pasado hermoso que vivimos juntos...y mire al cielo esperando ver tu sonrisa entre las nubes.
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