Dar es una virtud que el ser humano a ido perdiendo en los últimos años. Esta virtud de dar o darse a si mismo viene desde el cielo con una condición...debe ser de manera desinteresada. Ahhhh, ya sabía usted que existía algo detrás!.
Es por esto que quisiera centrarme en la palabra "desinterés" y la posible interpretación que los seres humanos podamos estarle dando. Desinteresadamente significa,entre otras cosas, dar al prójimo sin esperar nada a cambio, dar sin vanagloriarse y sin buscar ganarse "el cielo" en el intento. También significa que la verdadera alegría o satisfacción vendrá del hecho mismo de dar y no de lo que vamos a obtener por haberlo hecho.
Visto de este modo comenzamos a preguntarnos si de verdad hemos dado desinteresadamente alguna vez en la vida...la respuesta, por lo menos para mí, es que muy pocas veces a ser verdad.
Recuerdo un día que estaba con alguien en un supermercado...(si ya llegó el momento de la historia o el testimonio personal), salíamos con la compra y uno de los empacadores me estaba llevando las fundas al carro, camino hacia el vehículo me doy cuenta que solo tengo un billete de RD$100, nada de los clásicos 10 ó 20 pesos...que haría???
Al llegar al vehículo me invadió un pensamiento, allí estaba yo llevando a mi casa una compra que entre los artículos de "primera necesidad" incluía una libra de Kiwis y un filete de salmón para "experimentar una receta", estaba lloviendo y ya se me había hecho "tarde" en la calle y eran las 7 pm. y para completar debía cruzar una calle y me iba a mojar "los pies" pues andaba en sandalias...
Para serles total y desinhibidamente (existirá esa palabra?) honesta sentí asco y verguenza de mí. Creo que en ese instante algo cambió dentro de mí y comenzé a ver lo maravilloso de mi propia vida al compararla con las carencias y limitantes de la vida de los demás.
Me di cuenta que talvez aquel muchacho que era todo sonrisas y que me llevaba la compra el carro no podía hacer una compra semejante para su propia casa, saldría a una ciudad oscura y llena de peligros pasada las 10 pm. y para colmo estaba lloviendo, talvez tendría que tomar un carro público si es que aparecía o cruzar a pie un charco del tamaño del lago Titicaca (para que vean que me estoy culturizando) para poder llegar mojado a donde vive...lo peor de todo es que allí estaba yo "JARTA" (para decirlo en buen dominicano) de estar en la calle y el seguía mi paso con una sonrisa y dándome ideas de donde ponerme y por donde pasar para que no se me mojara el "pelo".
Y yo...pensando si encontraría 10 pesos dentro del vehículo...vaya ejemplo de desinterés...o peor aún vaya corazón el mío. Al llegar al vehículo le dí los RD$100 pesos y el se alejó dándome las gracias un par de veces sin sospechar que me había enseñado algo que valía muchísimo más que aquellos RS$100 pesos, me había enseñado lo maravilloso de dar, la euforia y el brote de amor que puede alojarse en mi corazón cuando veo un poco más allá de las cosas materiales, del dinero y de los lujos.
Se que hay gente oportunista, personas que se aprovechan de aquellos que dan, también se que hay personas que parecen buenas y que realmente no lo son, pobres que prefieren un televisor grande a un plato de comida...se que existe de todo en este mundo pero ya no permito que eso merme mi deseo de ayudar y de dar, dar sin esperar nada a cambio.
Al final no es a mí a quien me toca juzgar y es mejor dejar de buscar pajas en el ojo ajeno para comenzar a buscar los troncos que tengo en el mío.
Así que a ti...muchacho repartidor...a ti cuyo nombre no sé, a tí que te puso Dios mismo en mi camino hace ya poco mas de un año...a tí te doy las gracias porque aquellos RD$100 pagaron una de las lecciones más bellas que haya recibido.
A la persona que estaba conmigo y que me preguntó aquella vez "Y le diste RD$100?" le contesto hoy..."Creo honestamente que me quedé corta..."
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