Recuerdo muy claro el sentimiento de anticipación con el cual recibía mis cuadernos nuevos cuando las clases estaban a punto de comenzar. Había pasado el período de vacaciones y, aunque puedan tacharme de "nerd", a mi me gustaba iniciar un nuevo año escolar. Puedo cerrar los ojos y percibir el olor de los libros nuevos, ver aquellas páginas llenas de conocimiento por venir, sentir aquellas "mascotas" (como solía llamarle a los cuadernos) con sus páginas en blanco listas para ser llenadas por mi mano hambrienta de conocimiento.
El inicio de cualquier nuevo año despierta en mí sentimientos similares a los que experimentaba de niña cuando iba a iniciar un año escolar. Según pasaban las semanas y los meses dicha "emoción" ante el nuevo año escolar se iba apagando al igual que hoy en dia se va apagando la excitación ante el nuevo año solo al haber transcurrido unos cuantos meses del mismo.
Qué nos emociona tanto del inicio del nuevo año?, vemos a la gente festejando en cada esquina, al sonar las campanadas (o el famoso cañonazo el cual no estoy segura que tiren ya) las personas estan alegres, se abrazan y besan, se ora y se brinda por una nueva oportunidad de comenzar. Y es ahí amigos mios donde radica la emoción...vemos ese dia primero de enero como un cuaderno en blanco, como una oportunidad más de comenzar, de enmendar nuestros errores...una oportunidad de dar borrón y cuenta nueva.
Es allí precisamente donde nacen las famosas y conocidas "metas" del nuevo año. Que si voy a perder peso, que si me voy a trotar todas las mañanas, que si me mantendré en contacto con la familia y los amigos, que si iniciaré aquella maestría, que si terminaré de limpiar los closets....la lista interminable. Pero esas metas que con tanta energía formulamos al son de esas doce campanadas se comienzan a desvanecer a medida que el nuevo año comienza a rodar y de repente ya no lo vemos tan "nuevo". Me gusta decir que las metas se olvidan cuando por fin dejas de escribir la fecha usando el año anterior.
La pregunta es... por qué? y creo que luego de unos cuantos años reflexionando sobre esto me han hecho comprender el truco escondido detrás de todo esto. Somos procrastinadores (no me aniquilen si así no se escribe....) por excelencia. Si señor...usted y yo lo somos. Nos damos solo una oportunidad al año para volver a comenzar y apuesto yo que en Febrero nos decimos a nosotros mismos "esas 20 libritas ahhh pero si yo tengo 10 meses para adelgazarlas!", en tanto, los dias se mueven a velocidad implacable y de repente ya estan poniendo adornos de navidad otra vez en las tiendas y te dices a ti mismo "vaya que rápido se fue este año!".
Señoras y señores la gran realidad es que la vida marcha a un ritmo fijo y que fácilmente se nos escapa de las manos. Mientras perdemos el tiempo (sí...lo perdemos) quejándonos del tránsito, del gobierno, del vecino y su música alta, de la chismosa de la oficina, del carro que no tengo, etc, etc, etc...mientras estamos envueltos en toda aquella maraña complicada que nos empeñamos en llamar vida, dejamos que el tiempo se nos escurra de las manos...implacable.
De repente, pasa algo asombroso, nos damos por vencidos. Nos rendimos a vivir y ponemos el piloto automático. Allí mismo olvidamos las 20 libras que queríamos rebajar o la maestría que queríamos hacer. Simplemente nos entregamos resignadamente a respirar, comer, trabajar y dormir porque al fin y al cabo esto le funcionó a mis padres, o me ha estado dando resultados por los últimos 10 años. Y yo me pregunto? que pasaría si usted amigo mío se despertara mañana, saliera a conducir y decidiera no quillarse (sip yo utilizo palabras así de vez en cuando) con el tipo estúpido que decidió irse en vía contraria, si usted prendiera su radio y se pusiera a cantar a todo pulmón y decidiera ignorar a ese individuo?...
Le voy a contar que pasaría...absolutamente nada, nadie mas en el universo se dará cuenta de que usted tomó esa decisión, probablemente solo su corazón se lo agradecerá pues no se llenará de estres y su familia notará el buen humor con el que llegó de la calle.
Dira usted...y esto en que me ayudó a cumplir mis metas del nuevo año...ahhh ve, todo tiene una explicación. Usted habrá comenzado a vivir, se habrá comenzado a dar cuenta de que usted es la persona que le imprime la dirección a su vida, habrá comprendido que cada día es un cuaderno nuevo...no hay que esperar al primero de enero, eso esta muy lejos...cada día le da la oportunidad de cambiar, de hacerlo diferente, de ser mejor persona, de dar un paso para alcanzar aquellos sueños. La mejor parte es que se habrá dado cuenta que la vida se vive día a día, minuto a minuto, se percatará talvez por primera vez que ese segundo que acaba de pasar ya no volverá, si tendrá usted otro segundo pero no el mismo que ya pasó.
Entonces? como quiere usted comenzar a gastar esos segundos que se nos escapan solo en respirar? si cada segundo fuese dinero como le gustaría gastarlo?. Desde ahora le propongo celebrar año nuevo cada día, le propongo cambiar el cuaderno cada noche y sentir la emoción de vivir con cada amanecer...no espere al primero de enero, haga de todos los días un primero de enero y comienze a vivir de una vez y por todas.
Comentarios
Si cada segundo fuese dinero como le gustaría gastarlo?. Mira buena pregunta, como a muchos nos gusta gastar y en lo bueno, tendria sentido gastarlo en las mejores cosas. Mis segundos los gastaria en mucha lectura, educarme.
Cada dia es una comienzo otra oportunidad.
me recuerda a Julio Cortazar cuando dice: "Negarse a que el acto delicado de girar el picaporte, ese acto por el cual todo podría transformarse, se cumpla con la fría eficacia de un reflejo cotidiano".
Saludos y Recuerdos.
Las puertas de mi blog estan abiertas y muchas gracias por la visita que será siempre bienvenida.