Recuerdo que cuando era todavía una niña mi madre se enfermó de anemia, fue una anemia tan fuerte que el doctor le dijo a mi padre que ella no estaba "apta para la vida". En aquel entonces mi vida giraba en torno a mis tareas, mis muñequitos y mis juguetes preferidos. Sin embargo, todavía recuerdo que le hicieron unas transfuciones de sangre y le pusieron unas injecciones de hierro.
Cuando creces comienzas a ver situaciones de tu pasado con otros ojos y me parece asombroso que de todo no recuerdo que mi madre haya dejado de cocinar o de lavarnos los uniformes (cosa que hacía a mano porque en esa época no había lavadoras y si las había no teníamos...y no es que sea tan vieja ok). Recuerdo que dentro de su gravedad nunca nos "faltó" ni a mi hermana ni a mí, claro con mis ojos de niña talvez no valoré en aquel entonces el verdadero significado de todo.
Y es que mi madre es admirable en eso...cuidando a los otros. Es cómico cuando, siendo yo ya una adulta, la escucho preocuparse cuando me da una gripe o un dolor de cabeza. Hace tan bien su trabajo de mamá que en aquel entonces enfermó pues se dió tanto a nosotros que se olvidó de ella misma (creo que aprendió de la experiencia pues ahora no hay persona más metódica en su cuidado y en tomar sus medicinas).
Esta situación me lleva a observar un detalle que resalta, tanto o más que la esencia misma de un amor de madre que sobrepasa el amor propio. Un detalle que muchas veces pasamos por alto y que puede afectar a todos aquellos que tienen a alguien bajo su cuidado. El detalle de cuidarse a uno mismo muchas veces pareciera pasarnos de largo y darse por hecho.
La verdad es que la mayoría de las veces el día a día unido con el afan de servir y de cuidar hace que nos olvidemos de la persona más importante...nosotros mismos. Regularmente nos escuchamos decir: "no hay tiempo de hacer ejercicio" o "no quiero tomar permiso ya iré luego al médico" o "es que no he tenido tiempo de ir al salón" o "cuando me retire podré por fin ir a pescar". La lista de excusas para no cuidar de nosotros es interminable y la verdad que muchas veces lo encontramos lógico y con el tiempo nos creemos esas excusas a tal punto que las hacemos parte de quienes somos.
El tiempo y el desgaste va tomando su parte y sufrimos no solo deterioros físicos sino también nuestro espíritu se deteriora. Comenzamos a caminar por la vida cansados, con un humor de perros y con la sensación de que no somos importantes.
Porque no comenzar desde hoy a cuidar de nosotros mismos?, de darnos cuenta de la importancia que tenemos, comprender que Dios nos dió este cuerpo para que lo cuidásemos, porque no comenzar a escuchar lo que nuestro cuerpo tiene para decirnos?, porque no comenzamos a comprender que en la medida que cuidamos de nosotros mismos estaremos en mejor condición para cuidar a los demás?
Empieza por sacar un poco de tiempo cada día para dedicártelo a tí, a cosas que te gustan, puede ser una caminata, escuchar música, jugar en tu computadora, llamar a un par de amigos, escribir en un diario, ponerte crema en el rostro, beberte un cafecito calientito a las 5 am, tomar la vitamina esa que siempre se te olvida, ir al salon de belleza...sea lo que sea que te haga feliz y que lo hagas para agradarte y cuidarte será suficiente para comenzar a redescubrirte y a darte la prioridad que te mereces.
Que tengan una linda semana
Comentarios
y te agradescopor q estas palabras, reflexiones, o como se las llame llegan y me ah llegado a mi...
segui haciendolo por q esta muy bueno...
pasaba colamente para decirte eso... suerte
te dejo mi correo
sabri_007_93@hotmail.com
si queres agregame y charlamos